De lo ordinario a lo extraordinario
Por Susana Barrena
Socia Fundadora
Sueños… nos dan la ilusión y la energía para poder cumplir aquello que queremos. Talento… nos ayuda a descubrir que hacemos bien. Disciplina… saca todo nuestro potencial y nos garantiza cumplir nuestro objetivo. Pasión… nos recuerda el porqué y nos impulsa para poder sobresalir. Perseverancia… requisito para no darnos por vencidos hasta lograrlo.
No es común: que logremos destacar en algo, saber expresar que queremos, conocer nuestros talentos y nuestras habilidades, aceptar nuestras fallas y reconocer nuestros errores, trabajar por lo que queremos, tampoco es común tener una vida equilibrada y mucho menos cumplir nuestros sueños.
Lo común u ordinario es hacer lo que ya está descrito: crecer, estudiar, conseguir un empleo, tener una familia, y hacerlo sin ningún cambio.
Lo no común o extraordinario comienza desde el pensamiento; el pensamiento de querer ser mejores personas, de tener una vida mejor, de no quedarnos estancados profesionalmente o socialmente, de ir más allá siempre, de tener un sueño; canalizarlo en meta, hacer un plan y lograrlo. Después del pensamiento viene el deseo, ese querer algo, ese anhelo que nos lleva a sentir y no únicamente a pensar. Finalmente viene el hacer, todo ese trabajo duro que tenemos que realizar para que realmente haya una transformación. Los sueños son pieza clave ya que a raíz de uno se puede planear nuestra vida entera.
Para que dejemos de ser personas ordinarias y nos convirtamos en personas extraordinarias: debemos de tener sueños, metas, planes, todos los días. Para ser más productivos y eficientes, tenemos que plantearnos objetivos y propósitos, así, cada vez que nos levantamos tendremos un rumbo y una motivación que nos guiará a ir cada vez más lejos en cada ámbito de nuestra vida, porque en esta vida no estamos para intentarlo sino para lograrlo.
Comentarios recientes