Escalar éxitos empresariales

Por Susana Barrena ,Socia Fundadora

¿Qué harías si te asignan la labor de combatir la desnutrición infantil en un país extranjero cuya lengua no conoces y solo tienes 6 meses para presentar resultados? Podrías enfrascarte en hacer un estudio durante esos 6 meses para conocer las causas, dicho estudio posiblemente señalaría que la desnutrición es el resultado de múltiples problemas como: sanidad deficiente, pobreza, escasez de agua y desconocimiento de la población acerca de la nutrición. Y posiblemente concluirías que: con recursos y tiempo limitados, parece una tarea casi imposible de resolver. Justo como lo hicieron antes de ti y cómo lo harán después de ti.

En 1990 Jerry Sternin llegó a una villa de Vietnam con exactamente dicha tarea y las mismas restricciones. 6 meses después había logrado que el 65% de los niños de dicha villa estuvieran mejor alimentados. ¿Cómo lo logró? Con un simple pero poderoso cambio de mentalidad, en lugar de enfocarse en lo que no estaba funcionando, se concentró en lo que sí estaba funcionando y en preguntarse cómo podía hacer más de eso. Descubrió que un porcentaje de los niños se encontraban mejor alimentados que el resto, eliminó casos excepcionales que no podrían ser replicados (el niño tenía un familiar bien posicionado que podía enviar alimentos superiores a la familia, etc.). Estudió dichos casos y descubrió que la mayor diferencia se concentraba en dos cosas:

  • Las mamás de estos niños estaban recolectando camarones y cangrejos y los mezclaban en el arroz de los niños, además les estaban dando hojas de camote (que se consideraban un alimento de baja calidad)
  • Los niños estaban comiendo en pequeñas porciones durante el día.

Con estos dos simples cambios los niños estaban obtenido las proteínas, vitaminas y minerales que necesitaban a lo largo del día. Cuando Sternin descubrió esto, no fue corriendo y lanzó los 5 pasos a seguir, ni tampoco hizo un gran anuncio a la comunidad de que había descubierto la solución a su problema. En cambio, hizo grupos de 10 madres, donde todas cocinarían juntas y el único requisito era traer camarones, cangrejos y hojas de camote. De esta forma logró que la comunidad abrazara como propio el cambio eliminando la resistencia a soluciones externas.

La clave de Sternin fue enfocarse en los bright spots y pasar del intuitivo método de ser un arqueólogo “solucionador” de problemas, a ser un evangelizador de los bright spots. Las mismas claves del éxito de Sternin pueden ser aplicadas a tu organización y en Áurea somos expertas en ello y con nuestro eficaz proceso, transformamos organizaciones para lograr una mejora continua. Enfocándonos en descubrir que está funcionando en tu organización y descubrir cómo podemos hacer más de eso. No vamos a pasar 18 meses diagnosticando a tu organización, vamos a dar resultados con impacto, comenzando con nuestros talleres que dan el valor correspondiente y adecuado a cada trabajador a través de fomentar su desarrollo integral que le permita potencializar sus habilidades y destrezas. Este desarrollo integral consiste en un proceso de descubrimiento y transformación en las 4 áreas de un desarrollo integral: IQ Técnico, IQ Emocional, e IQ Cultural.

¿Cuál es la proporción de tiempo que empleas solucionando problemas comparado con el tiempo que empleas escalando los éxitos? Si no estás conforme con tu respuesta, llámanos y juntos transformemos tu organización comenzando con el desarrollo integral de tus colaboradores.