La formación in company

En la formación in company es el docente el que se traslada a las instalaciones de la compañía para impartir el curso en cuestión. De este modo, se consigue una formación más ajustada a las necesidades y características de cada organización y permite al instructor conocer mas de la cultura de la empresa. Así, la formación in company no se limita a facilitar una materia teórico sobre una temática a nivel genérico, sino que el instructor puede optimizar más el programa y su metodología según las la forma de funcionar de la empresa y el ambiente que perciba en la compañía.

Ventajas de la metodología

Aparte de los beneficios que conlleva la formación in company como programa de capacitación, igual que cualquier otra metodología, este nuevo formato supone una serie de ventajas específicas que la hacen muy atractiva para las compañías:

  • Adaptabilidad. Como ya hemos apuntado, el hecho de que el docente pueda conocer el funcionamiento, organización y cultura de la empresa en primera persona permite que el programa formativo se ajuste a las necesidades de la compañía. Así, la formación in company posibilita la percepción de aspectos intangibles difícilmente tenidos en cuenta en otras metodologías, como el clima laboral o la disposición de las instalaciones.

  • Satisfacción. La formación del personal está estrechamente vinculada con la motivación y satisfacción de los empleados, sea cual sea la metodología elegida. La formación in company no es una excepción y la organización de cursos de este tipo contribuye a mejorar los índices de compromiso e implicación, impactando directamente en el rendimiento de los equipos.

  • Mayor participación. Dado que el programa de aprendizaje tiene lugar en la propia empresa, se favorece que los trabajadores puedan asistir a los cursos, al mismo tiempo que propicia que los empleados se sientan más cómodos que en un espacio externo, sintiéndose más libres para formular dudas y consultas. Además, al ser presencial, el instructor supervisa todo el proceso, procurando que los alumnos vean todo el temario en profundidad.

  • Menor absentismo. El que la formación in company tenga lugar en las instalaciones evita malas prácticas habituales de algunos empleados, como solo acudir para firmar el parte de asistencia o saltarse clases.

  • Ahorro en desplazamientos. Los empleados no tienen que dedicar tiempo y dinero a acudir a un centro formativo, lo que supone un ahorro en estos gastos para la compañía