A sus 32 años, Alexia Sandoval tiene un pequeño hijo de 7 años y la tarea de llevar a todas las consumidoras su marca de cerveza Cervecería Diosas

 

 

Alexia Sandoval es ingeniera en sistemas energéticos, tiene 32 años y un pequeño hijo de siete.Hace cuatro años se animó a dar el salto y a emprender en un ramo dominado en su mayoría por hombres: el cervecero. “La lección más importante que aprendí con este proyecto es a confiar en mí misma. Me di cuenta de que mucho de lo que nos falta a las mujeres es creérnosla y que nadie tiene que venir a decirte que sí puedes”, asegura en entrevista.

Así surgió Cervecería Diosas, una productora que elabora cuatro cervezas artesanales inspiradas en la fuerza, la inteligencia, el misterio y la belleza que caracteriza a las mujeres y que se plasma a través de: Venus, Athena, Isis y Mist.

Generalmente la cerveza es una bebida que está asociada con el género masculino. Tras trabajar una década en el ámbito de la cerveza artesanal, la emprendedora se percató de que la bebida era poco preferida por las mujeres por un desconocimiento o una falta de una oferta específica.

No obstante, el 40% de los consumidores que asistían a Beer Factory y a Fiebre de Malta, las dos cervecerías en la que trabajó, eran del género femenino. “Me di cuenta de que nosotras podemos identificar sabores más sutiles y percibir más fácilmente aromas a café y chocolate, que se encuentran en stouts y que regularmente son más dulces”, explica.

También se percató de que las mujeres solían relacionar a la cerveza con lo amargo y que no existía en México un concepto integral dirigido hacia ellas. “Todo el marketing va enfocado a la parte masculina y somos un sector que nos hemos tenido que adaptar a un consumo de un producto no dirigido a nosotras”, comenta.

Sin embargo, el mercado de la cerveza es uno de los más relevantes entre los subsectores de alimentos y bebidas en el país. México se sitúa como el cuatro productor a nivel mundial, por lo que sin duda había una oportunidad de ofrecer algo novedoso.

La idea de lanzar una propuesta que exaltara las virtudes femeninas y dirigirla a las mujeres. “Me tardé un año maquilando el proyecto. Realmente lo veía como algo más personal y no como algo que pudiera funcionar, pero mucha gente me decía que era muy buena idea”, recuerda la entrevistada quien inició el negocio como una actividad de medio tiempo.

“Las mujeres actuales nos dedicamos a tantas cosas. Somos madres, amas de casa, empresarias, directoras de una empresa, tenemos negocios y, sin embargo, cada una somos diferentes y tenemos proyectos de vida distintos y nos podemos identificar con una diosa distinta que además es poderosa. ¿En qué momento dejamos de ser diosas para convertirnos en brujas y de estar en un altar y ser adoradas, ser quemadas en la hoguera?”, dice la emprendedora.

 

ARTICULO POR: Por Marisol García Fuentes