Por: Susana Barrena
Socia Fundadora

 

 

 

Los seres humanos tenemos capacidades grandiosas, inimaginables e incluso mayores a lo
que creemos. Son tan grandes que a veces no sabemos de dónde vienen o
cómo es que se han formado. Cuando lo pensamos, simplemente las tenemos y sin dudar
las desarrollamos, pero para llegar a ese punto hubo detrás todo un proceso de aprendizaje,
que a veces no recordamos y que nos hace hoy día ser esas personas capaces y eficientes.
Estamos transformadas y mejoradas; poseemos una vida estable: tenemos solidez
económica, hacemos lo que nos gusta, nuestro desempeño es alto, sacamos día a día
nuestro potencial y con este realizamos nuestro trabajo, ese trabajo que tanto nos apasiona
y enriquece.

La transformación no se da de la noche a la mañana, es un estilo de vida que adoptamos
por convicción y lo manejamos con sensatez, porque nuestro fin es conseguir el éxito en nuestros
términos y vivir con la convicción de la mejora continua. Estas tareas nunca terminan y siempre hay
más que dar de nosotros mismos.

Antes de llegar a ser las personas que hoy somos, tuvimos que pasar por muchas
circunstancias, por mucho retos, por ruido mental que no deja avanzar, por una formación y
educación que a veces olvidamos . Cada paso dado ha contribuido a la consecución de un objetivo.
Todas esas llamadas y correos que tenían un no por respuesta, nos llevaron a firmar nuestro primer
trato. Las incontables horas que pasamos tratando de perfeccionar una habilidad que hasta ese
momento era totalmente desconocida para nosotros y que hoy dominamos gracias al proceso de repetir
y mejorar.. Todo, absolutamente todo lo que hemos hecho ha sido una transformación constante y
necesaria.

La complejidad y belleza de la transformación radica en que es única para cada individuo, dado que es
personal y nosotros mismos debemos de potenciarla. Por ello a veces es lenta, pero también por
momentos vertiginosa. La transformación de los individuos es clave en el éxito de las organizaciones.
Y tu lo sabes, porque has pasado por ese proceso para forjar tus logros de hoy. ¿Te imaginas poder
impulsar a tus colaboradores con un proceso similar? Hacerlo solo puede ser agotador, pero tranquilo,
en Áurea somos expertas y estamos aquí para ser tu mano amiga en el proceso y ser el catalizador de la
transformación de tu organización. Solo imagina a donde puede llegar tu organización si tus
colaboradores viven su proceso de transformación, como tu has vivido el tuyo, de una forma acelerada
y con un solido acompañamiento.

Y me gustaría finalizar recordando que: hay que desafiarnos a nosotros mismos para ver de qué somos
capaces, porque no, no lo sabemos… aún.