Hoy tengo para ti una pregunta sencilla en apariencia, pero que si te permites reflexionarla puede ser reveladora: ¿te diviertes en el trabajo? La respuesta corta probablemente sea no, incluso puedes pensar que no tendrías porque hacerlo, pero si vas un poco más allá tal vez comience a surgir otra pregunta como respuesta de la primera: ¿debería?

¿Te diviertes en el trabajo?

Para entender lo anterior te invito a que evoques un momento feliz y divertido que hayas tenido en la última semana. No tiene que ser nada complicado, puede ser ese paseo que disfrutas dar, la ultima vez que jugaste tu deporte favorito o ese momento relajante que diste la oportunidad de disfrutar.

Bien con eso en mente, es muy probable que esperaras con ansias el momento de poder llevar acabo la actividad, disfrutaste cada momento de ella y al final fue tan satisfactoria que ya deseas que llegue el momento de realizarla de nuevo. ¿Cuándo fue la ultima vez que te sentiste de esa forma en el trabajo? Tal vez fue aquella vez que comenzaste con un nuevo proyecto o cuando cambiaste de área. ¿Recuerdas los resultados? Estoy casi segura de que fueron sobresalientes. ¿Qué paso con esa motivación? Es probable que la rutina y lo monótono de ciertas actividades hayan acabado con ella. Y ahora no hay ni asomo de disfrute en tus actividades.

Te propongo cambiar el enfoque y comenzar a divertirte en el trabajo, puede ser con algo simple como jugar a la canasta con cesto de basura, girar tu silla, escribir frases, organizar partidas de juegos de mesa, en fin, lo que se te ocurra. Con acciones simples cambiaremos el enfoque de la etapa que puedes estar atravesando donde el trabajo se ha vuelto todo, menos algo divertido.

Comienza esta semana a experimentar y compárteme tus experiencias

Susana Barrena Echevarria