Cuando pensamos en el trabajo en equipo, es común que consideremos al líder como el responsable de que el grupo alcance el objetivo establecido. Sin duda, guiar al equipo a conquistar dicho objetivo es una de sus principales tareas, peor no es la fundamental. Su tarea fundamental no pasa por cumplir plazos, “manejar” al equipo o alcanzar metas. Su tarea fundamental y que muchas veces se pasa por alto no es otra que crear líderes.
Si, se que esta idea puede sonar romántica, idílica y que sin duda choca con los paradigmas establecidos. Y seguramente dentro de tu cabeza tienes esta voz que te dice. “mientras cumpla con su trabajo en tiempo y forma si se crea o no lideres no es algo que me interese”
Permíteme plantearte esta situación, imaginemos una empresa donde un director de área presenta los siguientes comportamientos: ninguna decisión se toma sin su consentimiento, es el único que conoce los procesos críticos de la empresa y existen procesos que solo él puede ejecutar. Si el área marcha bien podríamos pensar que tenemos a un gran ejecutivo lidereando y dirigiendo el barco, que su capacidad y conocimiento de la empresa es tal que solo el es capaz de llevar las tareas criticas del área. Concluyendo que sin duda somos afortunados de contar con alguien de su envergadura en nuestro equipo.
Todo lo anterior es cierto parcialmente, porque sin duda un gran líder tiene que exhibir comportamientos que para observadores externos lucirían como contradicciones, pero que en realidad son parte de la evolución natural de un equipo, tiene que pasar por etapas de micro-managment pero también de delegación total, escuchar la opinión del equipo pero también imponer su decisión, entre otros comportamientos. Por lo tanto, si nos encontramos con líderes que exhiben únicamente un lado totalitario es muy probable que nos encontremos ante una persona que basa su poder en el control total de la información y que teme poder ser remplazada si alguien mas supiese dicha información. Por eso siempre creará fieles seguidores, limitará el crecimiento de los miembros de su equipo y si alguno llegase a destacar a niveles que amenazaran su posición buscara reubicarlo o incluso prescindir de ellos.
Entonces, ¿Cómo afecta el no crear lideres a tu organización? El primer síntoma es el tiempo, al tener que pasar todo por una persona esto se acaba convirtiendo en un cuello de botella. Otro síntoma importante es que puedes estar perdiendo talento importante que se siente infravalorado o inclusive que no ve oportunidad de crecimiento. Y la última y más dañina es que el crecimiento de tu empresa u equipo estará limitado por las capacidades de dicha persona.
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