Hemos vivido una época ardua, donde nos hemos puesto a prueba en muchas circunstancias y el reto más grande ha sido llevar todo desde el interior de nuestra casa, estando encerrados, pero no físicamente sino emocionalmente. Nuestros pensamientos están dispersos, confundidos y solos. Al no estar claros nuestras emociones son diversas e imprecisas.

Los pensamientos y emociones son indispensables para nuestra vida ya que nos ayudan en todas las situaciones. Son tan importantes que guían nuestras decisiones. Nuestros pensamientos y emociones son nuestros aliados, son parte de nosotros y si no están, estamos incompletos. Son aquellos que muchas veces no tomamos en cuenta, aquellos que no conocemos: porque no los percibimos y no los aceptamos. Los pensamientos determinan nuestras emociones y a su vez nuestra conducta. Los pensamientos son pieza clave a lo largo de nuestra vida, son tan poderosos que en segundos podemos sentirnos bien o a su vez sentirnos fatal. Son tan mágicos y necesarios que provocan nuestras sensaciones de ese momento, nos encaminan para actuar y sentir en el instante adecuado. Y si son tan significativos: ¿Por qué reprimirlos? ¿Por qué no escucharlos? ¿Por qué no cambiarlos?

Nuestro cuerpo físico está dentro de un espacio, pero nuestra mente está perdida en un lugar remoto. Nuestro cuerpo puede salir, pero nuestra mente no está atada y perdida, y se desorienta cada vez que pensamos en eso que nos dicen los medios de comunicación, en eso que vemos en las redes sociales, en ese ambiente que nos intoxica por las malas noticias: que nos enferma, nos lastima, nos molesta y nos quiebra, dejándonos totalmente debilitados y con una sensación nefasta, estamos hartos y solos. Estamos encerrados emocionalmente, nuestros pensamientos y emociones dan la impresión de que no existen: no los oímos, no los percibimos, no los conocemos. Sin embargo, sí los tenemos, están ahí.

Hay veces que nos sentimos abrumados y no sabemos cómo actuar, nos sentimos bajoneados, débiles, insuficientes e incapaces. Pero esa sensación no es por arte de magia, se manifestó por algo que pensamos o traemos en la cabeza que nos obliga a sentirlo así: algún problema, obstáculo o amenaza. Los pensamientos son únicos para cada persona. Podemos empezar a salir a través de nuestros pensamientos, debemos de transformarlos para liberarnos, debemos aceptarlos, debemos quererlos, debemos dirigirlos y debemos respetarlos.

Es momento de salir del encierro emocional en el que estamos, de dejar de tener miedo, de dejar de pensar en las cosas negativas, es momento de tener pensamientos alternativos que nos ayuden, es momento de respirar y agradecer lo que tenemos y lo que somos, es momento de pensar y sentir y especialmente, es momento de reivindicar nuestra vida: es nuestra y nos pertenece.

Es momento de salir de la oscuridad y las sombras, ¡YA ES EL MOMENTO! Sigue viviendo de esa manera tan especial como solo tú sabes hacerlo.

Por Susana Barrena, Socia Fundadora.