Por Susana Barrena ,Socia Fundadora

Cuántas veces no se ha escuchado que eres ese compañero talentoso, que haces las cosas como si lo hubieses hecho toda tu vida, pero que te falta algo y ese algo no es tan sencillo de descubrir.

Cuántas veces no llegas a un lugar nuevo y tienes nervios de cómo será la convivencia, las personas que estén allí, de si harás amigos o simplemente si lograrás sentirte como parte de ese nuevo grupo.

Cuántas veces no conoces un montón de gente a cualquier lugar que vas y te das cuenta de que todos tienen un sello distintivo y que de alguna u otra manera te aportan algo significativo para tu vida.

Y cuántas veces no te das cuenta de que todas las personas vivimos bajo el mismo cielo, respiramos el mismo aire, vemos la misma noche, comemos lo que nos da la misma tierra y aún así no los aceptas, no los saludas y no les hablas.

En el trabajo no es la excepción, ¿cuántos conoces por su nombre?, ¿cuántas voces reconoces?, el trabajo es donde pasamos la mayor parte del tiempo y muchas veces parece que trabajamos individualmente y como organización deberíamos ser un equipo de trabajo.

El talento, el carisma, la inteligencia ya los tienes, lo que te falta es el reconocimiento hacia las demás personas, ver sus habilidades y potencialidades propias, un equipo de trabajo, personas que te ayuden a complementar tus ideas con las suyas y formar cosas grandiosas.  Lo que te hace falta para sobresalir es confiar en un equipo donde sus integrantes sean competitivos y así alcancen de manera más fácil los objetivos planeados. Un equipo de trabajo donde la diversidad de ideas, de pensamientos, de personalidades y de hábitos, sea clave para un alcance gigantesco.

En nuestra organización tenemos abundancia de lo más preciado: las personas, el reto aquí es hacer una verdadera inclusión, donde se valore e integre no sólo la presencia física, sino también las perspectivas, ideas, creencias, y se entienda que como humanos estamos en una constante renovación de nosotros mismos y con una creciente curiosidad de ser más.

Un lugar de trabajo diverso e inclusivo es lo más valioso que pueda existir, el tener un lugar así hace que todos, independientemente de quienes sean o las funciones que realicen, se sientan igualmente involucrados y apoyados en todas las áreas de la empresa. En áurea te ayudamos a conocer toda esa diversidad, entenderla y comenzar a potenciarla en tu organización ya mismo.